miércoles, 15 de diciembre de 2010

FÁBULA: MAL DE AMORES

Estos eran dos compañeros de trabajo, Juanito y José, que trabajaban acaloradamente bajo el abrasante sol, cavando el agujero en el que deberían construir, ya acabado, la enorme mansión.
Sonó la sirena. Tocaba el descanso, y mientras cada uno cogía su bocata, Juanito comenzó a hablar:
   -¡Qué desgraciado soy! Sufro mal de amores, José, ¿te puedes creer que me he enamorado de la dueña de la mansión que vamos a construir? Soy un estúpido, ya que nunca una mujer bella y rica como ella se podrá enamorar de un pobre obrero como yo...-suspiró, y bajó la cabeza, apenado.
   -¡Nunca digas nunca, Juanito!- le dijo José- nada es imposible. Te voy a contar la historia de un hombre al que le pasaba lo mismo que a ti. Éste era un hombre, que rondaba los treinta y cinco años, un simple músico de bares arruinado. Resulta que un día mientras tocaba, entró una mujer, de aspecto muy rico, y a la vez de enorme belleza. Aunque nada mas entrar se giró y se fue, se quedó perdidamente enamorado de ella.
Desde ese momento comenzó a buscar a la hermosa mujer, y a terminó por encontrar. Había un titular en el periódico en el que se hablaba sobre una mujer famosa, pintora, cuyos cuadros se vendían por miles de euros. Su nombre según decía era Paula Díaz, y su foto se mostraba al lado del titular, junto a una de sus obras. Pensó que era imposible conquistar a tal mujer, por lo que dejó de buscarla, aunque seguía perdidamente enamorado.
Un día, mientras paseaba por las calles de Madrid, se la encontró, se miraron y surgió una chispa de amor. Se acercó a hablarla, y tras quedar dos o tres veces con ella en el bar en el que la vio por primera vez, y tras entregarle rosas, al cuarto día terminaron saliendo juntos, y a ella no le importaba, pues bien sabía que el amor no se puede comparar con el dinero.
   -Es una bonita historia, José, puede que valga la pena intentarlo.
Y, ya motivado, el obrero lo intentó, y finalmente conquisto a la mujer.
   -Bonita historia- dijo Paco a su primo- y de tanto que me ha gustado la voy a añadir a mi libro.
Y dijo así:
                De mal de amores no debes sufrir,
                pues lo que quieras podrás conseguir.